Ya sea eléctrica o acústica, con el aprender a tocar guitarra vienen con ello una serie de efectos secundarios, las cuales irás descubriendo con el paso del tiempo. Aquí listo algunos, no tanto con la intención de crear miedo, por el contrario, sino para cuando pasen no te asustes o desanimes, y puedas seguir tocando.
1.- Ampollas en los dedos: Tenía que comenzar con esto por obvio y clásico… no es un mito, te saldrán ampollas un tanto molestas en los dedos (de ambas manos). Pero tranquilo en cuestión de semanas desaparecerán y en su lugar aparecerán unos callos que te harán inmunes a nuevas ampollas.
2.- Odio por la teoría: En un principio parece que es tonta, que no te va servir, y eso de leer partituras es para nerds o extraterrestres, pero créeme que ese esfuerzo que hace ese «hamster en tu cabeza trabaje» aprendiendo cosas nuevas dará resultados muy gratos.
3.- Frustración: Ver como otros tocan super rápido, mejor y con más «feeling» que tu, puede ser frustrante, pero tranquilo con esfuerzo, tiempo y pasión tu podrás tocar igual o mejor que ellos eventualmente. Todo a su tiempo, recuerda que es más importante la calidad que la velocidad, no importa si tocas el solo de «Stairway to heaven» a un cuarto de su velocidad normal, siempre y cuando suene claro, con el paso del tiempo la velocidad llega como por arte de magia.
4.- Cansancio: Quien diga que rockear (o bueno hacer el ridículo solo en tu casa con una guitarra creyéndote Jimmy Hendrix) no quema calorías… simplemente miente. Tarde o temprano tu mano se va cansar después de unas horas, por lo cual, tal si se tratara de un deporte descansa un rato, ya que con el tiempo tendrás condición y podrás tocar unas 4 horas sin problema alguno. Obviamente esto no es solo para lo físico, sino también para lo mental.
5.- Gastos no contemplados: Ok, una guitarra no es un auto que requiera altos costos de mantenimiento rutinarios, pero eso no significa que el único gasto que hagas sea el de tu guitarra. De tanto en tanto habrá que comprar alguna que otra refacción, en la mayoría de los casos esta se limitar a cambiar cuerdas cada X meses, pero también hay otros gastos que uno no puede contemplar al principio. Por ejemplo, si vives en un lugar con un clima extremo el tener una funda se convierte casi en accesorio obligatorio; o si vives en un lugar muy húmedo, es posible que ciertos materiales se degradan con el paso del tiempo que requieran reemplazo. La ventaja de las guitarras (en especial las eléctricas), es que las refacciones son relativamente estándar, por lo que una búsqueda en Internet o tu tienda de música local es probable que tenga el 90% de refacciones que puedas ocupar.
Extra.- Amor por tu instrumento: Sin duda es el mejor de todos, al final aunque suene raro te encariñas con tu guitarra por lo cual no sería nada raro que le pusieras nombre… bueno si seria raro, pero solo un poco, además no serás el único (o al menos eso me digo a mi mismo). Casi de forma automática te iras acostumbrando a estos y otros contratiempos (porque ojo, esta es solo una lista básica, nuevos problemas seguirán apareciendo sobre la marcha), pero según agarres cariño a tu instrumento, veras que los inconvenientes son cosas que vale la pena pagar.
Esto no es ninguna especie de investigación de patrones comunes, si no solo un sondeo entre conocidos, sobre sus experiencias cuando iniciaron en el camino de la música.
Imagen: RichardNorth.